La modernidad e industrialización ha traído consigo la contaminación por el aumento de la emisión tóxica de carbono. Las organizaciones ambientalistas luchan anualmente por forzar a los países más industrializados a bajar su índice e emisión. Pero ahora una planta eléctrica de gas natural de gas natural en Texas, está cambiando por completo el funcionamiento que conocemos de estas centrales. Esta planta de gas natural no emite carbono.
Actualmente, en Estados Unidos la electricidad sigue siendo la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero eso podría cambiar radicalmente si este nuevo diseño de planta de energía funciona. Y en efecto, todo parece ir por muy buen camino.
Texas: Planta de gas natural no emite carbono
La planta tiene un funcionamiento muy interesante, pues en lugar de tener una instalación adicional para controlar las emisiones, tiene un sistema de captura de carbono integrado en su diseño.
Este diseño plantea un panorama de energía totalmente limpia, para combatir el calentamiento global. Desde el año 2016, el gas superó al carbón como la mayor fuente de electricidad en los Estados Unidos. Esto se traduce en una gran disminución en las emisiones de CO2 de la electricidad , porque el gas natural se quema de manera más limpia que el carbón. Para ser precisos, el gas puede emitir la mitad de dióxido de carbono que el carbón.
En cuanto a la planta, se terminó de construir el año pasado. Y según el diseñador en jefe e ingeniero químico, Rodney Allam, comenzará a generar electricidad a fines de este año.
Esta planta de gas natural no emite carbono y por eso representa un modelo para las industrias que invierten en energías renovables. También es un camino más limpio para los países que ahora planean un mayor uso de combustibles fósiles.
El diseño, no utiliza el CO2 como subproducto en sus procesos, sino que más bien lo utiliza para hacer funcionar a la planta. Es decir, en lugar de aire, mezcla el gas natural con oxígeno puro para crear algo llamado “oxicombustible”.
Este oxicombustible es muy potente y eficiente, pero es explosivo. Así que se crea una mezcla que contiene aproximadamente un 5% de oxicombustible, un 95% de CO2. Esta mezcla posteriormente se quema para calentar una corriente de CO2 puro a presión, que hace girar la turbina y genera la energía. ¡Y así es como tenemos electricidad a partir de una energía renovable!
Pero además, el subproducto de este proceso es un 90% de dióxido de carbono puro, que puede ser “secuestrado” bajo tierra, o puede ser vendido para otros usos. Así, al final, ninguna cantidad de CO2 se libera en el aire.
Modelo rentable
Por otro lado, es mucho más rentable, pues las industrias invierten mucho creando las extensiones de captura de carbono. La captura de las emisiones de dióxido de carbono implica la incorporación de una segunda instalación para procesar y separar los gases residuales. Esa segunda instalación no solo demanda energía que reduce la eficiencia, sino que además aumenta los costos de capital.