Google se ha comprometido a no construir más Inteligencia Artificial para la industria de combustibles fósiles, para alejarse de desarrollos controvertidos.
Hace un mes se publicó un informe por parte de Greenpeace que mencionaba a Google como uno de los principales desarrolladores de tecnología basada en IA para la industria de combustibles fósiles. Greenpeace señala que estas tecnologías aumentan los niveles de producción hasta en un 5%.
En una entrevista con John Furrier de CUBE, el líder de la oficina de CTO de Google, Will Grannis, dijo que Google “ya no desarrollará software y herramientas de inteligencia artificial (IA) para las operaciones de perforación de petróleo y gas”.
De esta manera, Google quiere desvincularse de la polémica, pero hay quienes opinan que en realidad fue una movida inteligente de Google. En 2019, los ingresos de Google Cloud por petróleo y gas fueron de aproximadamente $ 65 millones. Una suma considerable, pero solo representa el uno % de todos los ingresos de Google Cloud. Además, los ingresos de Google Cloud derivados del petróleo y el gas disminuyeron en aproximadamente un 11 % a pesar de que los ingresos generales aumentaron en un 53 %.
Mientras las ganancias disminuían, paralelamente la intolerancia del público crecía. Google Cloud previó cómo sería el daño a la reputación a largo plazo y la conclusión fue que las pérdidas serían mayores que las ganancias de este pequeño sector de petróleo y gas. Entonces, básicamente fue una decisión comercial para salvaguardar sus intereses.
Esta no es la primera vez que Google se desvincula de una industria para salvaguardar su reputación. A finales de 2018 cerraron su contrato con el pentágono llamado Proyecto Maven que tenía como propósito construir tecnologías de inteligencia artificial para drones. Esta vez, las presiones vinieron dadas por los mismos empleados de Google, quienes firmaron una petición exigiendo que su gerencia cesara el proyecto y nunca más “construyera tecnología de guerra”.
Tras la reacción violenta del Proyecto Maven, el CEO de Google, Sundar Pichai, se pronunció para decir que Google ya no se comprometería con el desarrollo de armas que provoquen daño ni nada que provoque o apoye la violencia, pues la organización quiere estar “del lado de los derechos humanos”.
Sin embargo, para Google más que una cuestión de ética, es una cuestión de reputación y aparentemente la organización está dispuesta a desvincularse de las industrias que sea necesario para evadir las polémicas y mantener el liderazgo a largo plazo.