Los datos robados pertenecientes a más de un millón de cuentas de Apple y puestos en la web por el colectivo hackers AntiSec no provenían del FBI, como el grupo aseguró a los cuatro vientos, sino que pertenecían a la empresa de publicidad Blue Toad.
Paul DeHart, CEO de Blue Toad, aseguró a la prensa que había comparado los datos de los registros en sus propios servidores y que tenían un “100 por ciento nivel de confianza” que pertenecían a ellos.
La empresa fue contactada por un investigador externo llamado David Schuetz, quien alertó que los datos podrían haber salido de sus dispositivos. Luego de investigar más a fondo, se encontró que había una correlación del 98% entre los datos publicados y los suyos:
“Con un 100 por ciento nivel de confianza, son nuestros datos. Tan pronto como nos enteramos de que estaban involucrados y victimizados, nos acercamos a los agentes del orden y empezamos a tomar medidas, limpiar el registro y asumir la responsabilidad por esto”, indicó DeHart.
Trudy Muller de Apple emitio un comunicado sobre la relevación de Blue Toad, indicando que “como desarrollador de aplicaciones, la compañía tenía acceso a la información del dispositivo de un usuario, como UDID, nombre del dispositivo y el tipo. Los desarrolladores no tienen acceso a la información de la cuenta del usuario, contraseñas o información de tarjeta de crédito, a menos que un usuario elija específicamente proporcionar esa información al desarrollador”.
El grupo AntiSec se había atribuido la responsabilidad de hackear un computador del FBI y descubrir las UDIDs la semana pasada. Sin embargo, la agencia de seguridad descartó la propiedad de los archivos y dijo que no había “ninguna evidencia” de que los datos estuvieran alguna vez en sus computadores.
Por su parte, Apple recalcó que no proporcionó al FBI los datos y que a partir de iOS 6 se prohíbe el uso de UDIDs en los dispositivos.
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