La empresa japonesa dejó en suspenso la venta de su nueva tablet Xperia tras descubrir que varias unidades presentaron diferencias entre la carcasa y la pantalla del dispositivo, lo que dejó al equipo vulnerable a daños causados por el agua.
Un espacio entre la pantalla y la carcasa de un comprimido que se supone que es resistente al agua es un problema significativo.
Sony culpa a la falla en los procesos de fabricación utilizados en la planta china donde se construye la tableta. Un portavoz de Sony, Shoji Noriko, dice que Sony no tiene un marco de tiempo para que las ventas se vuelvan a reanudar en este momento.
La tablet sólo salió a la venta el 7 de septiembre en EEUU, después de su lanzamiento en Japón, Europa y otros países. La tablet funciona con el sistema operativo Android y Sony informa que ya suma envíos que rondan los 100.000 comprimidos.
Sony se ha comprometido a solucionar los problemas presentes en los tablets ya vendidos. El gigante de la electrónica dice que el coste de la retirada no tendrá un impacto significativo en sus ingresos.
La tablet pesa 1.26 libras y su pantalla tiene una resolución de 1280 x 800. La tablet se vende entre 400 y 600 dólares dependiendo de la capacidad de almacenamiento. Los rangos disponibles de capacidad de almacenamiento llegan a los 16 GB y 64 GB.
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