Las patentes se han convertido en la fuente de todos los conflictos legales entre compañías tecnológicas del último tiempo. Partió Apple contra Samsung y ahora Microsoft, quien logró ganar la batalla judicial en contra de Motorola –hoy propiedad de Google- a raíz de unas patentes relativas a la mensajería de texto.
La guerra de las patentes está declarada. Prácticamente en todo el mundo hay demandas de una compañía tecnológica contra otra por uso de patentes sin licencia, sin autorización. Hace poco supimos que Samsung y Apple debieron sentarse a conversar para encontrar una salida a sus mutuos alegatos, así como la batalla que ganó Motorola en Estados Unidos, precisamente a Microsoft, pero esa vez eran cuatro patentes relacionadas con las tecnologías inalámbricas de la recién adquirida por Google, Motorola.
Lo riesgoso para la compañía del buscador más popular del mundo es que Microsoft podría hacer cumplir la prohibición de productos Android en el país germano, aunque es sabido que pocas veces se llega a situaciones como esa.
En casos como este, la salida más común es la que tomaron los ejecutivos de Apple y Samsung, la conversación, ya que se puede negociar para que el perdedor no termine tan perjudicado y el ganador haga valer su victoria. Es en esta situación donde finalmente se deciden las disputas por las patentes.
Hoy Microsoft en Alemania tiene la ventaja de haber ganado la batalla legal contra Motorola de Google, lo que le da la posibilidad de dominar las posibles negociaciones, aunque Google todavía tiene la opción de apelar ante la corte.
