Cinco personas en el sur de China han sido acusadas de lesiones intencionales, en el caso de un adolescente chino que vendió un riñón para poder comprar un iPhone y un iPad
Los cinco acusados incluyen un cirujano que extirpó el riñón a un joven de 17 años de edad en abril del año pasado. El niño, identificado sólo por su apellido Wang, ahora sufre de insuficiencia renal. Uno de los acusados recibió cerca de 220.000 yuanes (unos 35.000 dólares) para organizar el trasplante. Él pagó 22.000 yuanes a Wang y dividió el resto con el cirujano, otros tres acusados y otro personal médico.
El adolescente proviene de Anhui, una de las provincias más pobres de China, donde los habitantes abandonan a menudo su ciudad en busca de trabajo y una vida mejor. Con el dinero se compró un iPhone y iPad, y cuando su madre le preguntó de dónde sacó el dinero, admitió haber vendido un riñón.
Los productos de Apple son muy populares en China, pero tienen un precio fuera del alcance de muchos chinos. Los precios de los iPhones comienzan a partir de 3.988 yuanes (633 dólares), y de los iPads comienzan desde los 2.988 yuanes (474 dólares).
Se levantaron cargos penales en contra del personal médico teniendo en cuenta que la venta de órganos humanos es ilegal en China y ha sido desde 2007. En el 2006, todo esto podría haber sido sospechoso, y de muy mal gusto, pero también legal.
Hoy en día, Wang sufre de insuficiencia renal, lo que significa que sus riñones ya no pueden filtrar las toxinas de su sangre. Los médicos dicen que va a necesitar un trasplante propio. Por desgracia son muy difíciles de conseguir.
Sólo una fracción de las personas que necesitan trasplantes de órganos en China son capaces de conseguirlos, lo que lleva a un “turismo de trasplantes”, donde los pacientes viajan al extranjero para este tipo de operaciones, donde existen mercados negro de órganos humanos.
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